En la calle a mitad de camino entre pintada política (oficial) y mural. Al parecer el Estado provincial habla, se manifiesta.

En el museo, obra de arte, o si se prefiere, intervención artística. El Estado habla pero mediado.

En la calle pintada que está prohibida, penalizada.

En el museo obra permitida, auspiciada.

Hay una intervención en la ciudad que  plantea dualidades y contradicciones, y ella misma se construye como contradicción dual.

En términos de «guerrilla de la comunicación» es el principio de la sobre-identificación: utilización de un discurso y logo institucional para nombrar otra cosa a lo que comúnmente se espera que enuncie: ¿El Estado cometiendo un delito?

También es una intervención dual(lista). Muestra dos ordenes en el plano discursivo  y la construcción de la verdad y la realidad (¿quién es el qué enuncia?, ¿qué nos está diciendo?, qué esta bien y qué esta mal). Pero también dispara interrogantes en el plano político, artístico, en el debate de ideas (plano intelectual), en el campo de gestión de políticas culturales.

En una breve descripción de la intervención las autoras dicen:

«Existe dualidad. Y existe contradicción.

La provincia de Buenos Aires, a partir de la entidad de sus secretarías, oficinas y museos, enmascara su incumplimiento de respeto y resguardo de los derechos humanos.

La provincia de Buenos Aires, en un marco de exposiciones en espacios propios, paga este mural. Y además, sanciona este mismo mural y otras maneras de ocupar la vía pública.

La provincia de Buenos Aires, a través de su Código contravencional vigente, penaliza también a las personas en situación de calle: gente sin techo, gente que cuida coches, gente que se prostituye.

La provincia de Buenos Aires, a través de sus diputados y senadores, está en proceso de reforzar el poder y la discrecionalidad de la policía a partir de la sanción de un nuevo Código contravencional.

Existe dualidad. Y existe contradicción.»


Ver la intervención (formato interactivo a 360°) aquí